Los efectos térmicos de la acumulación de polvo y suciedad en las superficies de los equipos no solo podrían afectar el patrón térmico al momento de inspeccionar equipos mecánicos, también podrían afectar el funcionamiento de los mismos. En la imagen de la parte superior se puede observar un motor eléctrico sobrecalentado (300°F/149°C), esto debido a que el sistema de refrigeración de dicho equipo estaba bloqueado.
Las inspecciones infrarrojas de equipos mecánicos ya podrían ser lo suficientemente complejas, por lo que no deberíamos hacerlas más difíciles al inspeccionar equipo que presente una capa de polvo o suciedad en su superficie. Aun una pequeña capa de polvo o suciedad, en algunas ocasiones, podría dar como resultado que la medición de la temperatura superficial de un equipo al ser realizada con una cámara termográfica no sea exacta por decenas o hasta cientos de grados. Por supuesto lo anterior es dependiente de muchos factores como, por ejemplo, el grosor y la conductividad térmica del material sobre la superficie.
Unos minutos más tarde luego de limpiar el sistema de refrigeración del motor eléctrico, se podía observar un descenso en la temperatura superficial del equipo (277°F/136°C). Por lo que cabe resaltar que es importante comprender la ley de transferencia de calor de Fourier, pues una capa de suciedad o polvo en la superficie de los equipos podría actuar como aislamiento térmico que podría afectar tanto el patrón térmico que se observa como la condición de funcionamiento del mismo. Por otra parte, en el caso de superficies con bajas emisividades un poco de polvo o suciedad podría aumentar la emisividad de dichas superficies, aunque como ya se mencionó anteriormente también podría tener impactos negativos en el funcionamiento del equipo y la inspección termográfica.
Siempre que sea posible se debe tratar de implementar un mantenimiento preventivo periódico para que de manera segura se puedan limpiar las superficies de los equipos de ser necesario, esto para tratar de mejorar la circulación de aire y también mejor la transferencia conductiva de la energía térmica.
Luego de aproximadamente 3 horas, en este caso en particular, puede observarse un dramático cambio en la temperatura superficial del equipo (143°F/67°C). Aunque cabe resaltar que el equipo podría haber sufrido daños internos y debería ser inspeccionado cuando sea posible.
Las tres imágenes mostradas en este documento pertenecen al mismo motor eléctrico, las imágenes se tomaron en diferentes momentos luego de haber limpiado el sistema de refrigeración, la última imagen como se mencionó anteriormente fue tomada aproximadamente 3 horas después de la limpieza. Por lo anterior resulta importante resaltar que luego de realizar reparaciones en los equipos se debería dar un tiempo adecuado de espera para tomar más imágenes térmicas, permitiendo que los equipos lleguen a una transferencia de calor estable y de esta manera se pueda obtener una mejor representación térmica de la superficie del equipo luego de las reparaciones.
En cuanto al método de limpieza a utilizar en equipos mecánicos o eléctricos, se debe tomar en cuenta las recomendaciones del manual del fabricante y realizar dicha limpieza siguiendo todas las normas de seguridad para evitar cualquier riesgo potencial. Podría ser recomendable evitar cambios demasiado bruscos de temperatura que pudiesen causar daño o fracturas en los equipos. Por último, se debe seguir todas las normas o requerimientos de seguridad al momento de realizar las inspecciones con termografía, así como tener presente las mejores prácticas para obtener los mejores resultados de las inspecciones infrarrojas.