Me siento afortunado de trabajar con las cámaras termográficas, pues es una tecnología que nos permite ver lo que nos rodea desde una nueva perspectiva que nuestros ojos muchas veces no nos pueden mostrar, que nos permite analizar situaciones desde otra lógica y que nos permite detectar eventos que podrían pasar desapercibidos. Lo anterior nos invita a explorar y alcanzar nuevos conocimientos. Debo aclarar que no estoy diciendo que la termografía sea mejor o más poderosa que otras herramientas, pero si la considero una herramienta que por presentarnos una imagen visual de una situación, nos permite analizar de una manera más fácil dicha situación para tratar de comprenderla mejor. Podríamos parafrasear un viejo dicho para decir: ‘Una imagen podría valer o decir m­­ás que mil palabras’. Entonces surge la pregunta, ¿Cuáles podrían ser las aplicaciones de esta novedosa tecnología? La respuesta, muchísimas aplicaciones, tantas como nuestra imaginación nos lo permita. Por supuesto que podríamos enfocarnos en el tema del mantenimiento industrial, donde la termografía podría ser de mucha utilidad como parte del Mantenimiento Predictivo, Monitoreo de condición, o en el Mantenimiento centrado en la Confiabilidad. Podríamos pensar que una porción de nuestro trabajo como parte del mantenimiento es poder determinar que tan eficientemente trabaja un equipo, donde el sub-producto que se crea o genera por la falta de dicha eficiencia muchas veces será el calor. El exceso de fricción, la desalineación, las malas conexiones eléctricas, el exceso de resistencia eléctrica, las sobrecargas o desbalances eléctricos, problemas de refrigeración, problemas de aislamiento, etc; podrían dar como resultado que la temperatura de un equipo o elemento varíen. Muchas veces nuestro trabajo será poder detectar esos patrones térmicos anormales. Pero además de dichas aplicaciones podríamos pensar en muchas otras posibles aplicaciones para la termografía infrarroja, si realizamos una búsqueda rápida en internet, o si observamos documentales, o si investigamos acerca del Universo que nos rodea, podríamos encontrar que la temperatura y la radiación infrarroja están presentes en un sinfín de situaciones. Por ejemplo, podríamos encontrar que alguien como parte de la arqueología está utilizando la termografía para tratar de detectar o comprender de una mejor manera la estructura de una edificación, o podría ser que alguien como parte del mantenimiento aeroespacial está utilizando la termografía para verificar la construcción o el estado de las piezas de aviones o naves espaciales construidas con materiales compuestos. Alguien podría estar inspeccionando el estado o la presencia del aislamiento en hornos, cuartos refrigerados, edificios o casas. Algún doctor o veterinario podría estar aplicando la termografía en seres vivos, aunque por supuesto tiene que tratarse de personal capacitado para hacerlo, siguiendo las regulaciones y leyes locales e internacionales.

Por supuesto que podríamos utilizar la termografía para tratar de observar el universo, donde actualmente ya existen algunos telescopios especiales que cuentan con detectores infrarrojos con ciertas características para explorar el universo. Podríamos pensar también en como la termografía nos podría ayudar a mantener y mejorar las nuevas fuentes de energía renovable como lo son paneles solares, parques eólicos, etc. O para entender el comportamiento térmico de dispositivos para almacenar energía como podría ser el caso de baterías de litio, etc. Como muchas veces indico durante los cursos de termografía que tengo el gusto de dictar, sería imposible poder mencionar todas las posibles aplicaciones actuales y futuras de la termografía infrarroja, pues la capacidad de raciocinio de los seres humanos y la capacidad de soñar nos reta día a día a expandir nuestro conocimiento. Algo muy bueno es que en muchísimas de las diferentes y variadas aplicaciones de la termografía, los fundamentos básicos son los mismos, por lo que si nos proponemos capacitarnos adecuadamente en los fundamentos básicos de la termografía infrarroja, esto será el fundamento para poder construir y desarrollar nuevas aplicaciones para dicha tecnología.

Por último, no debemos olvidar los beneficios de aplicar correctamente la termografía en la industria, pues esta podría ayudarnos a aumentar la seguridad industrial del personal en plantas, fábricas y nuestros lugares de trabajo, y también podría ayudarnos a reducir los costos de operación debido a paradas no programadas y fallas.